Soplen serenas las brisas,
ruja amenazas la ola,
mi gallardía española
se corona de sonrisas.
Por ti, Patria, por ti sola,
mi vida a los mares di;
por ti al peligro ofrecí
mis obras y pensamientos.
¡En la rosa de los vientos
me crucifico por tí!
Por tu sagrada presencia,
que nada turba ni empaña,
tiene sus horas la hazaña
y sus horas la obediencia.
El imperio a España vendrá
por los caminos del mar.
Hay que morir o triunfar,
que nos enseña la Historia,
en Lepanto , la victoria,
y la muerte, en Trafalgar.
Soñando victorias, diciendo cantares
marinos de España, crucemos los mares,
crucemos los mares, de espuma floridos,
delante la gloria, la leyenda en pos,
debajo las voces de nuestros caídos
y arriba el mandato de España y de Dios.