Artilleros, artilleros,
marchemos siempre unidos,
siempre unidos,
de la Patria, de la Patria,
de la Patria su nombre engrandecer,
engrandecer.
Y al oír, y al oír,
y al oír del cañón el estampido,
el estampido, nos haga su sonido enardecer.
España que nos mira siempre amante
recuerda nuestra Historia Militar,
militar,
que su nombre siempre suena más radiante
a quien supo ponerla en un altar.
Su recuerdo que conmueve con terneza,
dice Patria, dice gloria, dice amor
y evocando su mágica grandeza,
morir sabremos por salvar su honor.
Tremolemos muy alto el Estandarte,
sus colores en la cumbre brillarán
y al pensar que con él está la muerte,
nuestras almas con más ansia latirán.
Como la madre que al niño le canta
la canción de cuna que le dormirá,
al arrullo de una oración santa
en la tumba nuestras flores crecerán.
Marchemos unidos, marchemos dichosos,
seguros, contentos de nuestro valor
y cuando luchamos a morir lleguemos
antes que rendidos, muertos con honor.
Y alegres cantando el himno glorioso
de aquellos que ostentan noble cicatriz,
terminemos siempre nuestro conto honroso
con un viva Velarde y un viva Daoíz.
Artilleros, artilleros,
marchemos siempre unidos,
siempre unidos,
de la Patria, de la Patria,
de la Patria su nombre engrandecer,
engrandecer.
Y al oír, y al oír,
y al oír del cañón el estampido,
el estampido, nos haga su sonido enardecer.
Orgullosos, al pensar en las hazañas
realizadas con honor por vuestra grey,
gritemos con el alma un ¡Viva España!
y sienta el corazón un ¡Viva el Rey!